La industria cafetera avanza a paso firme en Tucumán. La creciente demanda de los consumidores y sus deseos por probar nuevas y mejores variedades de café abrieron a los emprendedores y empresarios nuevas oportunidades.
Allí se posicionó Café Black, un tostadero que importa café crudo directamente de Brasil y ofrece a confiterías, bares, restaurantes y familias una experiencia fresca, orgánica y personalizada. Con su reciente incorporación, la empresa busca instalarse como uno de los principales proveedores de café de especialidad y dar a conocer en profundidad este producto.
Café Black inició como un proyecto familiar en la década del 80, por lo que más de cuatro décadas de trayectoria avalan y respaldan su profesionalismo. Hoy es Nicolás Aguirre quien está al frente del emprendimiento que inició su padre y que ya cuenta con todo un equipo de trabajo. El tostadero no solo ofrece y entrega el café, sino que también trabaja con comodato; ofrece máquinas a locales gastronómicos y cuenta con un servicio técnico propio las 24 horas.
Café de especialidad
Los gustos de los tucumanos respecto al café empezaron a refinarse. Cada vez son más los que aprenden sobre esta infusión que se convirtió en una de las favoritas y las más consumidas de todo el mundo.
De la mano de esta “profesionalización” del cliente, Café Black ofrece una alternativa 100% hogareña: su café importado de Brasil se tuesta en máquinas especializadas para ser enviado directamente a la mesa de familias y restaurantes, conservando los aromas, sabores y texturas más recientes de un grano molido fresco.
El café de especialidad, en este contexto, es una de las alternativas más tentadoras en la que los tucumanos están incursionando. Se trata de un grano tostado artesanalmente por tostadores experimentados, con plantaciones mantenidas a más de 1.200 metros de altura y con un cuidado peculiar en cada semilla para lograr que el sabor deseado llegue a las tazas.
En el caso de Café Black, también trabajan con un selecto grano orgánico libre de productos químicos, ideal para la línea hogar y apto también para cafeterías.
“Hoy en día el tucumano está más exigente y está eligiendo calidad”, sostiene Aguirre al respecto y busca responder a la exigencia de sus clientes.
Del campo a la mesa
Para asegurarse de seleccionar el mejor café, el empresario atraviesa un minucioso proceso de cata. A la manera en que los enólogos catan vino, los responsables de Café Black hacen lo propio con el grano oscuro. Es en Brasil donde prueban diferentes variedades, lo que les permite elegir las opciones que creen más adecuadas para su región.
“Es una línea más directa, uno elige mejor el producto. Vos elegís el café que querés, no el que te imponen”, destaca.
Explica también que, en general, el proceso en la provincia implica comprar el café importado pero a proveedores de Buenos Aires, lo que vuelve la experiencia mucho menos directa. En Café Black los tostadores reciben el producto directamente desde su lugar de origen y así lo envían enseguida a la mesa, listo para el consumo. En su preparación, el cliente puede elegir el punto en que quiere su café, según el tipo de máquina que tenga.
“Es un proceso personalizado: si tenés una máquina de expreso en tu casa, te lo hacemos para expreso; si tenés una máquina italiana, lo molemos para máquina italiana”, detalla Aguirre.
Contacto
Facebook: TucumanCafe
Instagram: cafe-black.tuc
WhatsApp: 381-5440956